Esta, lectores del mundo entero, es la historia veridica de un joven llamado Octavio, y que comenzo hace 13 años, cuando el destino le deparo su primera experiencia homosexual. Hoy, cuando este joven cumple 21 años, ha llegado la hora de contar todas sus aventuras, y para eso el mismo ha escogido a quien penso el mas apto, quizas por haber sido testigo, complice y participe de todos sus actos. Ese otro soy yo, su primo. Y con esa exquisita y excitante responsabilidad, doy comienzo a una larga serie de relatos que espero disfruten tanto al leerlos, como yo al escribirlos.

Octavio siempre ha recordado su primer contacto homosexual cuando tenia 8 años: desde muy pequeño habia sido sexualmente precoz y le encantaba estar mirando a las empleadas del servicio desnudas o por lo menos verle las tetas, o el culito, como decia el. En las noches, le encantaba meterse la mano bajo el calzoncillo y juguetear con su pene aun minusculo hasta ponerlo duro, pero aun no conocia la masturbacion. Tambien le gustaba tocarse las nalgas y acariciar el borde del ano….para su edad, era en verdad un niño muy perverso. Pues esas perversions siempre lo llevaban a ver a sus amiguitos y amiguitas con ojos diferentes a los de la candidez, y se los imaginaba desnudos, besandole las nalgas o el sexo, sin importar si eran niños o niñas. Asi fue que un dia llevo a la casa a un muchacho bastante atractivo llamado Miguel, a quien tambien conoci yo. En el cuarto, Octavio se apresuro a cerrar la puerta para no ser interrumpido por la empleada del servicio. Comenzaron a jugar Nintendo y demas, y repentinamente Octavio le pregunto a Miguel si alguna vez habia tenido sexo con un hombre. El le respondio negativamente, y Octavio le pregunto si no le gustaria intentarlo. Ya el precoz infante tenia el pene erecto y se abultaba un poquitin en el pantaloncito. Miguel se dio cuenta de tal y dijo que si le gustaria intentarlo. Ambos se pusieron de pie y Miguel se bajo los pantalones. Tenian la misma edad pero Miguel tenia el pene mas grande que el de Octavio y los huevos le colgaban un poco. Lo tenia completamente erecto, y mientras esperaba a que Octavio se los bajara, lo fue frotando hacia arriba y hacia abajo simulando masturbarse. “Quien lo mete primero?,” pregunto Miguel. Octavio dijo que el, y Miguel se tiro boca abajo en la cama de Octavio. Con sus manos abrio sus nalgas y Octavio se acosto torpemente encima de el. El pene de Octavio estaba ahora entre las nalgas de Miguel y sentia con la punta del pene el borde del ano de su amigo. Nunca ha podido describir semejante sensacion, pero se nota la fascinacion de sus palabras al describir el calor que emanaban las dos nalgas hacienda presion sobre su pene, y la piel de su amigo bajo su pelvis y su estomago. Un momento despues cambiaron. Y ahora el era quien tenia una verguita metida dentro de su culo. Tambien le encanto y quiso que su amigo se quedara ahi, acariciandole el cuello y con el pene metido entre sus nalgas, pero su amigo se puso de pie y dijo que tenia que partir, Octavio solo le dio un beso en la boca y lo dejo ir. Nunca mas se volvieron a ver. Pero ese pequeño y quizas poco signicante suceso habia despertado en Octavio la bestia sexual que hoy es, y que yo he tenido la suerte de disfrutar.

El tiempo paso y Octavio, por cosas del destino, llego a vivir a mi casa. Podria contar como nos fuimos conociendo y entrando en confianza, pero no estoy aqui para eso y prefiero ir al grano. Gracias a el descubri este maravilloso mundo del sexo, y sobre todo del sexo gay. La primera vez que tuvimos sexo fue una noche en que el se encontro en el maletin de su padre, una pelicula porno. Yo habia visto desnudos en television y el tambien, pero no de una manera tan explicita. Apenas colocamos la pelicula, lo primero que se asomo a la pantalla fue una verga descomunal llena de saliva y escurriendo semen mientras entraba y salia de la boca lasciva de una rubia hermosa. Nos asustamos al principio, pero apenas entendimos de que se trataba todo, el morbo se nos desperto y nos quedamos viendo la pelicula en la sala de la casa. Era un sabado por la noche, y todos ya dormian excepto nosotros dos. Estabamos totalmente excitados y fue entonces que el decidio bajarse los pantalones y tartar de masturbarse. La vista de su verga me excito increiblemente, y decide hacer lo mismo. Ya no mirabamos las vergas y los huevos inmensos que se movian enfrente de nosotros. Ahora no despegabamos la vista de nuestras vergas de jovenes impuberes, yo me acerque a el y un impulso llevo mi mano hasta su verga, el hizo lo mismo. Comenzamos a masturbarnos y a besarnos. Eran besos totalmente lascivos, nos lamiamos los labios, alrededor de la boca, las mejillas, el cuello, era como si hubieran soltado a dos perros para que pelearan entre si. En ese frenesi el me bajo los pantalones y me acariciaba desde la espalda hast alas nalgas repetidamente, luego el se bajo los pantalones de el y, ambos de pie, nos dimos un abrazo para sentir como se juntaban los ombligos y las vergas. Mientras estabamos abrazados, el bajo sus manos hasta mi culo y abriendolo con una, con la otra comenzo a acariciar mi ano. Fue una sensacion maravillosa, solo el recuerdo es excitante. El comenzo a besar mi cuello, mis pezones, mi estomago y llego hasta mi verga. La comenzo a chupar torpemente pero aun asi se sintio delicioso verla toda ensalivada y a punto de explotar, el la lamia, la alzaba para lamer mis huevos, me acariciaba la parte de abajo de los testiculos, se volvia a meter la verga a la boca y me volvia hacer soñar, era un niño de verdad perverso. Luego me dijo que me volteara y me pusiera en cuatro. Asi lo hice y el separo mis nalgas para darle una mamada a mi culo y a mi ano. Pasaba su lenga por mis nalgas hasta llegar al apretado agujero, y alli lamia y trataba de meter sus dedos, pero me dolia y le dije que no, que solo lo acariciara, fue un momento de extasis indescriptible. Asi estuvo por un rato y luego dijo que me tocaba a mi. Cumpli con la misma rutina que el aplico en mi. Y con el aprendi lo delicioso que es el beso negro. Es una prueba extrema de intimidad. La pelicula estaba a punto de acabarse, y nosotros estabamos exhaustos, quizas porque no conociamos el orgasmo y por eso no podiamos expulsar toda la tension que encierran esos momentos, pensabamos que en eso consistia el sexo, en excitarnos. El caso es que asi nos vestimos y nos fuimos a dormir. Esa noche comenzaba una nueva vida para nosotros, llena de placeres y aventuras que hasta hoy seguimos practicando….

Hasta la proxima….Si quieres conocernos o contactarnos para pasar "un buen rato"..no dudes en escribir a mi mail: [email protected]

El Autor de este relato fué Krillin , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=2407&cat=craneo (ahora offline)

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