Hola a todos. Contaré algo que sucedio hace pocos años.
Cierto día descubrí que mi padre le era infiel a mi madre con una vecina del barrio. Yo me enfurecía con los dos y quería hacerla pagar por el sufrimiento de mi madre. Esta señora tenía un niño, un monito de nombre Xavier, era un chico de aproximadamente 9 años. Para entonces yo tenía 24 años y una vida realizada tenía mi novia y estabamos a punto de casarnos. Lo cierto del caso es que se me ocurrio la idea de que en venganza con la amante de mi padre, yo buscaría la forma de mariquiar a ese niño; en es momento me pareció estupenda idea, aunque a mi me gustaban las mujeres más que nada y nunca se me había pasado por la cabeza tener que ver nada con un hombre y menos con un niño. La verdad es que empece a disimular y aparentar que esta señora me caía bien, de esta forma poder acercarmeles y conocer bien al niño. como a las dos semanas de estarlos frecuentando una noche mi padre la invitó a salir, entonces yo me ofrecí para quedarme con Xavier hasta que ellos volvieran, asi fue, se marcharon de rumba y yo tenía la oportunidad de iniciar mi plan y llevar a cabo mi venganza. Apenas salieron yo me acerque a Xavier y le di un beso en la mejilla, él me miro serio y me dijo por qué me besas, yo le respondí que tiene de malo si ahora somos hermanitos, y como tal podemos ser más cariñosos; entonces lo alce en mis brazos y lo recoste sobre mi volví a besarlo pero esta vez lo hice en sus labios, y luego en el cuello. La verdad lo hice y me preguntaba a mi mismo que qué estaba haciendo, por que empece a sentir agradable su piel y quería seguirlo besando y no se me podía olvidar que mi plan era hacer que este niño tomara inclinaciones homosexuales - esa era mi venganza con la perra de su madre-. Lo convide a jugar, le dije que jugaramos estatua, él no sabía en que consistía así que le explique, que el primero que señalara al otro diciendo estatua tenía el poder y que el otro no se podía mover, mientras uno le hacia cosquillas, o lo manejaba como si fuera un titere, hasta que pronunciara la palabra basta. Empezamos el juego, yo permití que él me cantara estatua a mi, entonces yo me quede como congelado mientras él me hacia cosquillas, me saco mi billetera, me halo el pelo y luego dijo basta entonces fuí yo quien canto estatua y le dije recuerda que no te puedes mover o pierdes el juego. él se quedo congelado y yo inicie con lo que había pensado, volví a besarlo en los labios, pero esta vez lo hice con pasión, como si estuviera besando a mi novia, lo casual fue que senti como ese niño respondió a mi beso, despues lo desaloje de su camisa y empece a acariciarlo, él se reía y trataba de moverse pero yo le recorde que no podía hacerlo o perdería el juego, empece a besarlo por todo su torzo, su abdomen y sus tetillas; entonces desabroche su pantalon y lentamente se lo fuí despojando él me dijo que va a hacer yo le respondí voy demostrar que usted es el ganador y no se va a mover, el volvió a reir, rapidamente baje sus pantaloncillos empece a acariciarle las nalgas, observe su pene, daba lastima un trocito de carne muy pequeño y fragil, la verdad cuando ví su pene tan delicado tan pequeño como tan inocente, quise parar y no proseguir, pero al mismo tiempo recordaba el coraje que sentía al saber que mi padre y su madre estaban haciendo sufrir a mi madre, entonces continúe lo coloque boca abajo me desnude y lo cogí con ganas de penetrarlo, pero mi pene no respondía, asi que me puse de píe, lo recoste en un sofá y seguí besándolo, por todo su cuerpo lo besaba de arriba hacia a bajo sin parar; No se que pasaba conmigo pero empece a sentir agrado por lo que estaba haciendo, empezó a gustarme más cuando vi que aquel niño empezaba a responderme mis besos y sus manos empezaron a acariciarme, entonces tome su pequeño pene que ya estaba un poquito mas grandecito pués se le estaba parando y me lo lleve a la boca, ese pequeño trozo de carne en mi boca me agradó y se lo chupe parecia que tuviera mi dedo en mi boca y yo chupaba, aquel trocito empezó a parecerme delicioso y cada rato como que crecía más y se ponia calentito, yo lo disfrute fue algo que nunca había sentido, pero ese niño logro que mi pene se pusiera muy erecto, más que nunca, volví a voltearlo boca a bajo y entonces empece a penetrarlo, lo hice con mucho cuidado, pués se trataba de un niño de 9 años. Esa noche me culie al hijo de la perra que se robo a mi padre. Nunca lo negaré por que ese niño despertó en mi un sentimiento que desconocía, mi amor por lo niños. A partir de ahí inicie una relación muy especial con él, la cual duro 5 años, la pasabamos sabroso yo lo amaba y estoy seguro que él tambien sentía lo mismo por mi, pués, es lo que me demostraba cada vez que podiamos estar a solas.
El Autor de este relato fué Enrique , que lo escribió originalmente para la web https://www.relatoscortos.com/ver.php?ID=13598&cat=craneo (ahora offline)